miércoles, 18 de marzo de 2009

Breve Reseña Historica de VALLE GRANDE

* Por Pastora Mamaní
Tesis de grado - Licenciatura en Comunicación Social.
Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Jujuy

La descripción que hace Lozano cuando cita a Jolís y la lectura que hacen autores como Ferreiro y Nielsen, a quienes también abordaremos en éste capítulo, ponen al descubierto que los nombres de los ríos orientaron a los primeros sacerdotes jesuitas y continúan siendo punto de referencia para la investigación en la región.
Los ríos más importantes para entender la ubicación de lo que en su momento era la nación de los Ocloyas son: al Sur, en actual Departamento Ledesma, casi la naciente del Río San Lorenzo (Normenta), y Al Norte, el Río (Zenta) próximos al Departamento Humahuaca; que vierte sus aguas con dirección a la provincia de Salta. Entre estos dos ríos, en los valles cálidos, ubican los testimonios de la época a los Ocloyas. Actualmente en ésta zona se encuentran las nueve comunidades que componen el Departamento Valle Grande.
Continuando con ésta descripción, además del mencionado San Lorenzo (Tormento - Lormento - Normenta); a la altura de la localidad de San Francisco, el Río homónimo (Ciancas); el río Agua Negra (Nacas), el Totorillas (Teculera) y Duraznal (Catadle - Caulani); todos en el actual Departamento Valle Grande. (Entre paréntesis: términos Ocloyas - lengua extinguida)
Las estratégicas de comunicación organizadas por los Incas y puesta en vigencia por los curacas (jefes locales) hacen de este espacio físico un espacio ceremonial que se mantuvo mucho tiempo aislado y que hoy -debido también al difícil acceso- hacen de éste lugar el refugio cultural que venimos descubriendo.
El Cerro amarillo es el pico más alto que se eleva a más de 4.000 metros en la Serranía de Calilegua. Hoy representa uno de los lugares más emblemáticos y poco conocidos de la zona.
Llama la atención, a propios y ajenos, el carácter imponente del paisaje que rodea la cumbre. Desde allí puede observarse los cuatro puntos cardinales hasta donde la visión panorámica lo permite. Al Este, la ocre e inmensa llanura Chaqueña; al Sur, al pie de la serranía, la verde selva del Parque Nacional Calilegua y Ledesma; al Norte, la azulada cumbre del Zenta; al Oeste, los verdes valles en su totalidad, que dan paso a las cumbres del oriente de Tilcara y Humahuaca.
La vinculación por el denominado "camino del Inca" describe la posición de "refugio" de grupos culturales andinos y chaqueños. Describimos con el nombre de refugio a la preservación y permanencia, aunque con características locales, que hacen de estos pueblos jujeños una región histórica cultural por excelencia.

Distinta fue la influencia de las culturas chaqueñas en los Valles de Jujuy que recién se hace presente en el Siglo XX. Por su ubicación geográfica, las culturas descriptas en el “El Gran Chaco Gualamba” por Lozano encontraron en la Serranía de Calilegua y Santa Bárbara la frontera Norte que resguardaron sobre todo después del impacto colonial. Si bien la influencia es escasa, existen testimonios que indican que las comunidades Ocloyas, también se comunicaban con los pueblos cercanos; como los Guaraníes, Tobas, Mocovíes y Chiriguanos.
Al igual que la minga, el eje central del MOntiro para los Guaraníes, es la “solidaridad”, nunca se puso valor alguno a los trabajos realizados, ni siquiera existía el trueque que consiste en canjear una cosa por otra, el espíritu de esto es ayudar al otro sin pedir algo a cambio por el simple hecho de “ayudar” al vecino.
El montiro tiene como prioridad también el desarrollo de tareas específicas como ser: trabajos relacionados directamente con la naturaleza, caza, pesca, recolección de miel, recolección de leña, etc. Para la cual siempre se hace una ceremonia pidiendo permiso a los “mboe ya-ereto” (los dueños de cada cosa) y lo obtenido se reparte equitativamente.

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